Como ya hemos visto en artículos anteriores, la zoonosis se refiere a las infecciones que cogemos los humanos a través de los animales.
Otro ejemplo de zoonosis es:
Enfermedad por arañazo de gato: Como ya sabrás si tienes o has tenido un gato, no son como los perros. Son bastante más independientes y tienes que tener mucho cuidado al manejarles.
La mayoría de los gatos no aceptan sentirse acorralados o retenidos y se defienden con uñas y dientes cuando se encuentran en una de esas situaciones. Su primera reacción, suele ser arañar. Los arañazos de gato en la piel humana suelen ser bastante profundos, pues tenemos la piel muy fina y delicada y al arañazo le suelen acompañar numerosas bacterias que entran en nuestro sistema a través de la herida, la cual se infecta fácilmente. A través de la herida, las bacterias alcanzan el riego sanguíneo y el sistema linfático, así la infección se reparte por todo el cuerpo. Esto normalmente se traduce en una inflamación de la herida de la victima que no cura, e incluso a veces, se puede observar cómo rayitas rojas suben por el cuerpo desde la herida. Cuando la infección entra en el cuerpo, la persona experimenta fiebre alta e inflamación de las glándulas linfáticas.
Es por esto que cuando un gato nos araña, debemos limpiar y desinfectar la herida inmediatamente. También es importante estar protegido contra el tétano.
En el caso de que estas medidas no surtan efecto y desarrolles la enfermedad por arañazo de gato, consulta a tu médico, ya que necesitarás un tratamiento fuerte con antibióticos.
Así que ya sabes, ten mucho cuidado al manejar gatos, no trates de atraparlos contra su voluntad y, si eres voluntario de una protectora y ayudas a recoger gatos abandonados, utiliza trampas en lugar de manejarlos directamente. E incluso si llevas una trampa, es siempre buena idea llevar guantes puestos para así evitar arañazos a través de los barrotes.
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